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Entorno de almacenamiento: Almacene los materiales de goma en un entorno limpio, seco y fresco, lejos de la luz solar directa, temperaturas extremas, humedad y fuentes de calor. Evite la exposición al ozono, químicos, aceites, disolventes y objetos afilados.

Embalaje: Mantenga los materiales de goma en su embalaje original o envuélvalos en un embalaje hermético resistente a la humedad. Esto ayuda a proteger la goma de la absorción de humedad y la exposición a contaminantes.

Manipulación: Manipule los materiales de goma con manos limpias o use guantes para evitar que el aceite, la suciedad u otros contaminantes se transfieran a las superficies de goma.

Apilado y posición: Apile las hojas o rollos de goma en palets o estanterías para evitar daños y deformaciones. Evite colocar objetos pesados encima de los materiales de goma. Almacénelos en una posición plana o enrollada de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.

Rotación: Siga el principio de "primero en entrar, primero en salir" para asegurar una adecuada rotación del stock. Use materiales de goma más antiguos antes de utilizar los recién recibidos para evitar el envejecimiento o la degradación del stock no utilizado.

Inspección: Inspeccione regularmente los materiales de goma almacenados en busca de cualquier signo de degradación, como endurecimiento, fisuras o cambios en el color o textura. Retire y reemplace cualquier goma dañada o deteriorada para mantener la calidad del stock.

Vida útil: Tenga en cuenta las recomendaciones de vida útil proporcionadas por el fabricante para materiales de goma específicos. Úselos dentro de su vida útil recomendada para garantizar un rendimiento óptimo.

Gestión de inventario: Mantenga un inventario organizado de los materiales de goma, incluyendo información sobre fechas de compra, números de lote y ubicaciones de almacenamiento. Esto ayuda a realizar un seguimiento del stock y facilita su uso o reemplazo oportuno.